Así es el Eintracht de Frankfurt: físico, presión alta y pegada

El Barcelona se verá las caras con el Eintracht de Frankfurt en los cuartos de final de la Europa League, un rival que si bien no es uno de los más exigentes que le podía deparar el sorteo, sí será un equipo que exija una gran versión de los culés para doblegarlo, como bien demostraron ante el Betis de Manuel Pellegrini. El cuadro alemán destaca especialmente por su capacidad física, la presión alta y su pegada con ex de la Liga como Santos Borré como referencia.

Estando Atalanta, RB Leipzig o West Ham entre los posibles rivales del Barça, que te toque el noveno clasificado de la Bundesliga es una forma de sonreír de cara a estos cuartos de final de la Europa League. El Eintracht será el siguiente escollo de los culés tras derrotar por el camino a Nápoles y Galatasaray, ambos cruces previos superados pero con serias dificultades y en ambos casos por la mínima diferencia de un gol. El equipo turco, muy inferior técnicamente, dejó a las claras que se puede competir ante el Barça con orden y físico.

Precisamente en físico es en lo que destaca el equipo alemán del austriaco Oliver Glasner, técnico de 47 años del Eintracht Frankfurt que llegó esta temporada al cuadro alemán tras una experiencia de dos años en el Wolfsburgo. Pese a estar noveno en la Bundesliga, a 23 puntos del líder el Bayern de Múnich y a ocho de los puestos que dan derecho a Europa la próxima temporada, el conjunto alemán llega en un buen momento de forma tras enlazar tres triunfos y este último empate ante el Betis que les valió para clasificar a este ronda.

Habitualmente Glasner dispone con el Eintracht un 3-4-2-1 muy sólido, físico y exigente, al que le gusta correr y mantener una presión alta que permita robar y tirar transiciones rápidas para sorprender a sus rivales. Ante el Betis dejó constancia de qué es capaz el conjunto alemán, que pese a dejar evidencias de su inferioridad técnica ante los andaluces, demostró llegar mejor al tramo final de ambos partidos, tanto en la ida donde arrollaron a los béticos en el Villamarín, como en la vuelta donde llegaron más frescos a la prórroga.

En este sentido es cierto que el Barça de Xavi Hernández ha ganado en algo de físico con sus últimas incorporaciones invernales, aunque sigue mostrando dificultades cuando pierde la batalla de la intensidad y es despojado de la pelota. Sin ella, es un equipo mucho más débil que lo que aparenta cuando tiene el control del juego, donde suele tener las de ganar.

El Eintracht, con un doble pivote muy físico, Sow y Jakic; y dos carrileros muy agresivos Kostic y Knauff; dispone también de hombres técnicos como el joven danés Lindstrom y el nipón Kamada. En punta, el hombre más habitual es Santos Borré, el que fuera jugador del Atlético de Madrid y Villarreal, aunque pasó sin pena ni gloria por ambos conjuntos españoles. En la Bundesliga el rendimiento del colombiano, donde suma siete goles y cinco asistencias en 26 partidos este curso. En Europa League su aportación ha sido menor, sólo un gol y asistencia en ocho encuentros.

La zaga también tiene cierto valor en el Eintracht. Ndicka, Hinteregger y Tuta son los tres defensas habituales para Glasner, siendo éste primero el jugador más valorado de la plantilla, otro central de la factoría francesa de origen senegalés tasado en 28 millones de euros. En la portería estará un Kevin Trapp que no guarda un grato recuerdo del Barça. El alemán fue el portero que sufrió el 6-1 con el que los culés remontaron al Paris Saint Germain en 2017 en la Champions League.